Partido con mucho ritmo especialmente por parte del rival que se tomó confianza e hizo los goles ante un Millonarios desconocido, débil, errático, sin ideas ni llegadas de peligro. Fortaleza necesitado ganó bien. Perdimos contra un equipo (de la B), sin hinchada ni historia pero si pundonoroso, correlón, con actitud y hambre de victoria porque el descenso lo agobia.
El cuadro azul entró dormido, perdido y sorprendido por el local que, con jugadores jóvenes impuso el control del partido y no dejó pensar. Tenues llegadas de los embajadores que no descifraron la táctica de Bernal y su cuadrilla. La defensa estuvo lenta en reaccionar a los ataques de Fortaleza que fustigaron constantemente por las bandas y a la espalda de los defensores nuestros.
Estrada y Silva no fueron precisos. Millonarios intentó por todos los medios y formas pero fue incapaz de meterse en el partido. Agudelo, Escobar y Nuñez poco inquietaron el arco rival. La fórmula del pelotazo tampoco funcionó.
Dolorosa derrota 2-0. Soñábamos con tres puntos más y terminamos viendo el toque toque de Kevin Salazar (10 escurridizo e irreverente) con sus compañeros de batalla. Partido para el olvido que enseña que entre el colero y los primeros no hay diferencia. Un día se puede atropellar al rival y al otro día perder jugando bien o mal.
Impensable esta actuación azul. Con este equipo "en construcción" vamos a sufrir bastante hasta encontrar el camino limpio y no fangoso. El apoyo del hincha es indeclinable. Sin partido el próximo fin de semana, la asamblea de accionistas MFC será un lindo escenario para el "viacrucis" o la resurrección que nos espera.
Albiazul saludo.
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