Partido complicado. Millonarios arrancó el juego atacando por las bandas como es costumbre, pero los laterales Palacios y Román no estaban efectivos. Quiñones y Del Valle tratando de sorprender con tiros de media distancia. Sin llegadas claras el encuentro se hacía intrascendente. Román no atinaba y en una jugada de riesgo e ingenuidad provocó el penal para el descuento del local. Cobró vásquez y anotó (1-0).
Millos jugaba lento y pasivo y recurría a pelotazos insípidos. El árbitro no ayudaba con las jugadas de marca y fuerza parando el ritmo del partido. El arquero patriota "mamaba gallo" con la lesión de hombro quemando tiempo -ni se iba ni se quedaba-. Los laterales azules equivocados. El equipo visitante no presionaba en marca, dejando al rival con el control del balón.
Para el segundo tiempo ingresó Riascos por Nuñez. Quiñones siguió insistiendo de media distancia. Ayron descontó de cabeza al aprovechar un tiro de esquina (1-1). Con el empate el cuadro albiazul se entusiasmó y con más actitud (testosterona) que argumentos técnicos empujaba en la búsqueda de otro gol. En ese momento Duque ya se destacaba como bastión en el medio. Producto de su empeño robó un balón y la dejó servida a Mosquera (cambio por Del Valle) para el gol (1-2). Aún así, nos salvamos del empate en varias oportunidades por la ansiedad y poca puntería del rival. Ingresó Rivas por Román (lesionado). Millos se defendía y contra atacaba. De los Santos y Cadavid en lo suyo, trabar y seguir. Sánchez no tuvo mayor exigencia. Riascos sin confianza ni gol.
Cuando no hay claridad táctica en el juego, la actitud gana partidos enredados como estos. Tres puntos que llevan a la clasificación del torneo. El equipo embajador debe ratificar un mejor nivel si logra una victoria ante Cali para sumar y alejarse en la reclasificación.
Albiazul saludo.
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