Partido intenso. La hinchada acompañó pero la fiesta no fue completa. Faltó el gol. Los primeros minutos mostraron a un equipo azul buscando arrollar al contrario. Esos veinte iniciales del cuadro local fue lo más destacado. Presión arriba, medio campo poblado, movilidad y pases seguros. Duque, Huérfano y Del Valle inquietando. Domínguez en lo suyo, marca y actitud sin dejarse amedrentar. Ataques de Millos aprovechando las bandas laterales y doblaje en marca. De los Santos y Cadavid de buen trabajo.
Arbitraje ecuatoriano, torpe y miope para el local. Parecía uno más del visitante. Para ser Corinthians un referente del fútbol brasileño, no mostró mucho, se encerró atrás, especuló, poco inquietó a Fariñez y recurrió a la tradicional maña de quemar tiempo, trabar los partidos en altura y simular faltas así como la pérdida de tiempo deliberada del arquero rival, con la complacencia del juez. Sobre la media hora el juego decreció en riesgo y oportunidades. Si el grupo tuviera las ganas y actitud que le pone Duque y saca a relucir otras alternativas de juego, no estaríamos lamentando este empate.
Ningún delantero embajador atinaba a pegarle desde afuera. Quiñones en bajo nivel (el DT demoró en sacarlo). Silva, unas de cal y otras de arena, mucho toque y de aquello nada. Ayron se comió un gol cantado.
Para el segundo tiempo (min. 52) Huérfano falló la mejor opción, solo frente al arco. Los brasileños se defendían en bloque y contragolpeaban. Millonarios se fue quedando. Sobre los 73 minutos salió Quiñones para dar paso a Ovelar. Banguero estuvo errático en ataque y centros de costado. Montoya ingresó por Huérfano para intentar desequilibrar y Carrillo por Silva (regular presentación). Aunque el equipo arriesgó más y corrió buscando el gol, no se dio en el tramo final del partido. Estos partidos ante rivales de pergaminos demuestran que aún falta jerarquía y jugadores más explosivos y relevantes. Con el profesor Gottardi se pierde tiempo en los cambios y el poder ofensivo se hace nulo. El empate suma y sirve, pero los jugadores azules dilapidaron la oportunidad de llegar al segundo partido con aire en la camiseta. La hinchada salió algo aburrida así el rival estuviera diezmado. A la expectativa del regreso de Rojas y debut de Carlos López. Ahora a pensar en América y ganar si o si.
Abiazul saludo.