No fue un partido brillante de Millonarios pero si efectivo, aprovechó los errores del rival y cobró. Alineación azul con novedades (Vega, Díaz, Agudelo, Escobar, Sánchez). El cuadro embajador arrancó el partido con actitud, entusiasmo, con presión y anticipo. El trámite del juego era denso hasta que en jugada preparada Silva tocó, Estrada se adelantó y en rebote pegó en Henao para abrir el marcador.
Blanco y Robayo estuvieron atentos en marca. Estrada y Silva se juntaron más aunque pecan por confiados y no pasar el balón de primera intención. Agudelo y Manga buscando profundidad por las bandas y Machado y Vega en permanente proyección. La defensa a veces perdía los duelos por arriba. Díaz hizo un buen partido. Equidad tuvo el control pero no hacía daño y en una viveza entre Machado y Manga este último aprovechó y remató al arco para el segundo del visitante.
Para el segundo tiempo el módulo táctico cambia según las circunstancias. El cuadro asegurador salió a buscar el partido con movilidad y toque. El onceno albiazul se fue quedando en defensa y los volantes ofensivos parecían dormidos, sin precisión ni ritmo. Se presentía la necesidad de cambios porque el equipo no llegaba con opciones claras. Rojas entró por Agudelo, Mosquera por Estrada, Carrascal por Blanco. Silva despertó del letargo y ante una jugada genial de Harold Mosquera por la punta entró y habilitó al volante, que con un amague oportuno clavó el tercero para alegría de la hinchada y desmotivación para el rival.
Tres puntos. Justo y necesario. Arco en ceros para retomar la confianza, renovación en la nómina. Segundos en la tabla y con la mira y objetivo cumplido de llegar a semifinales. La idea es no salir de los cuatro primero clasificados. Sigue Huila en Bogotá y la expectativa de seguir sumando.
Albiazul saludo.
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